"El martes subimos al Catí", aseveró Takesi con su habitual tono impositivo de general. Ehhhh....? contesté yo, con mi habitual reticencia. Subidas, sobreesfuerzos y kilometrazos son fantasmas que revolotean lo primero en mi mente cuando se hacen planes de este tipo. Y también lo primero es desear que haga un día de perros con lluvia, truenos y ventolera para así poder anular con excusa la salida. El martes 27 de abril de 2010 hizo un día estupendo, con un sol radiante, una temperatura envidiable y una humedad relativa ideal. Poco a poco me fue ilusionando la idea: estoy hecho un tabaco, pero los grandes retos y las metas utópicas, y aunque parezca paradójico conseguirlas, es de las cosas que se han aprendido y afianzado en este grupo ciclista estupendo. A Manel (hay que buscarle un pseudónimo alias) le hacía mucha ilusión y junto con Takesi y el resto del grupo era una ruta que llevábamos proponiendo hacía mucho tiempo pero que nunca veíamos un hueco para realizar, como con los deberes que no quieres hacer o el examen que no quieres estudiar ¡ojalá el profe lo aplace!, pues así fue hasta que al final te piden los deberes o llega la hora del examen.
Por fin me iba concienciando de que podría hacerlo. Bueno vamos a ser sinceros, me metí en el ruedo con los ojos tapados y a ver que pasa, ciego hasta encontrarme con 500 kg. de toro o un 20% de rampa durante 9 km. ...
Llegó el día y nos encontramos 4 arriesgados aventureros, que como la cuadrilla se disponen a realizar el paseillo a través de la arena: General Takesi, Pau dixit (para mí un héroe, con dos orejas y un rabo, perdón y el rabo), Manel (al que habrá que poner un monumento cuando se le ponga un mote) y yo mismo Marmitaken. Los demás, con diferentes excusas, eludieron la corrida.
Partimos de las puertas de la maestranza (IES) hacia Castalla, en silencio, con las miradas perdidas fijas en el asfalto. Llegó el momento de coger camino hacia el Xorret de Catí, desviándonos hacia la izquierda a la salida de Castalla por la calle que va a dar a los toriles. Ya es demasiado tarde para echarse atrás. Una bola de saliva atraviesa la garganta. Hay que coger el toro por los cuernos. "Suerte maestro!"
Empezó el ascenso, 34º C y un sol de justicia. Empezó a caer sudor, no se muy bien si por el calor o por el susto. La primera placa del 20%. Al principio atacamos todos juntos como en las grandes batallas planificadas, pero poco después se fue estirando el pelotón hasta quedarse cada uno solo, con su esfuerzo y sus pensamientos. La vanguardia, como siempre, fue tarea del general Takesi, seguido de Manel, Marmitaco y Pau dixit. Empezamos a zigzagear avanzando 30 cm cada dos vueltas. El sol apretaba y los músculos también. La mente ya no daba señales de "¿Por qué haces ésto?" y decía con toda rotundidad "Párate, hombre, debajo de la sombra de un pino y descansa y ya subirás andando". Después de beber dos litros de bebida isotónica que no eran suficientes, apunto de hacerle caso a la mente traidora y cuando todo parecía perdido, apareció el pino famoso que predecía el final. Allí vi como bajaba Takesi. Qué alegría de verlo! Había llegado! Lo habíamos conseguido! Fui recibido con un choque de manos de un Manel jadeante pero victorioso.
POR FIN HABÍAMOS SUBIDO EL FAMOSO XORRET DE CATÍ.
Después fue un poco surrealista: Un coche para y pregunta un buen hombre: "Bona Tarda, hem podrieu dir on està el hotel, si esplau" u otros dos que paran también, "Oshe, donde está la Ferrata?" - La qué,....!?
Comimos, ya bajando, en el mas donde vivió Enric Valor tumbados en la hierba.
Bajamos por "planicies" y después por el camino asfaltado del "Balcón de Alicante" del Maigmó. Todo ello con un entorno, paisaje y unas vistas fantásticas, que nos hacían reconocer la suerte que tenemos de vivir en esta tierra y de "pasear" por ella una tarde de martes en el mes de abril.
Llegamos sobre las 7 después de torear 6 miuras y con 50 km (subida a Catí incluida, quiero recordar por si no ha quedado claro) sobre nuestras espaldas.
Animo a todos los que lean este blog a que no hagan lo mismo si no están debidamente preparados física y mentalmente.
Un abrazo.