Lance ascendiendo camino de Tagüenca
Tres de los cinco llegando al lugar de descanso
LOS CINCO VAN DE EXCURSIÓN.
(por Enid Blyton)
Los cinco se preparan para ir de excursión. Había varios itinerarios propuestos, pero al final se impuso la propuesta de uno de los cinco, por más innovadora y por tanto más desconocida. Después de salir del colegio hacen los preparativos para esa gran aventura. Tenían previsto el recorrido y atados todos los detalles. Mil emociones experimentaban con la tensión y la intriga de si todo saldría bien. Un poco tarde, pero al final salieron los cinco, Takesi, Oposició, Nyofles, Lance y Marmitaco, encarando la vía verde ya!. Nyofles toma el mando, liderando el grupo y dejando al general ligeramente atrás. Parecía que todo iba a ser cuesta abajo, parecía que todo iba a salir bien. A la llegada de la curva de las “tinajas”, empieza el ascenso, cruzando la carretera, camino del pino gigante. El capitán Nyofles tiene sus primeras dudas. El general Takesi empieza a sospechar que algo no va bien y se adelanta un poco al capitán. Se meten por un camino que resultó defectuoso. Esta carretera no es la del camino viejo de Ibi. Oh, que error. Suben por un camino nuevo, cruzan el camino viejo de Onil (el mismo de antes) y sí, ese sí que es el camino. El general ya ha tomado el mando. Siguen ascendiendo, cruzan la carretera del Biscoy hasta llegar a la fuente donde siempre rellenan los botes. Se adentran en el barranco de Tagüenca. Ya destacan algunos de los aventureros y otros se quedan atrás. Por la pista del barranco pasan por lugares que les traen recuerdos de otras aventuras (recuerdos M-mori, te echamos de menos,….), llegan al Mas de Tagüenca, donde hacen una paradiña para comer, comentar la ruta y hablar del Madrid. Después de algunas discusiones sin importancia reanudan la marcha hasta alcanzar la carretera del Canalís (esta vez sí que he acertado). Allí hubo el primer percance: Marmitaco pierde un tornillo (ya sé, ya sé,..) no de donde piensan, sino del anclaje del pedal automático, es decir de la calas y no podía sacar la zapatilla del pedal. Después del arreglo con la estimable colaboración de los miembros/as del grupo, sobre todo de Nyofles, siguen la excursión. Suben un camino precioso, rodeado de encinas, en dirección a la carretera de Penyes rotjes (la famosa y misteriosa lápida estaba por allí). En esa subida y tras un gran empujón de Nyofles con su fuerza desmesurada cual héroe helenístico, rompe de un trastazo la cadena de la bici. Hubo un gran esfuerzo por arreglar el eslabón sin el “trencacadenas” ese, pero donde haya un par de piedras que se quiten los artilugios técnicos. Hubo gran tensión al pensar que se iban a volver a pie con la bici a cuestas, pero al final se pudo arreglar un apaño provisional y el grupo siguió el camino, pero antes pudieron admirar las vistas que de allí se veían, como el pueblo de Bañeres, elevándose con su majestuoso castillo, la Font Rotja, con el valle de Polop, … en fín una maravilla, miren las fotos. Llegaron a la carretera de Penyes y bajaron dispersos a diferentes velocidades. El general y el capitán se aliaron para ir despacito, por “si de caso”, en la retaguardia. De repente, Oposició y Lance tienen que parar bruscamente por que un equino díscolo y perdido reposaba asustado en medio de la carretera. Un coche que viene, otro en sentido contrario, el dueño del caballo pegando gritos, el perro pastor de caballos mordiéndole en una pata, Marmitaco que llega incrédulo, el caballo que sale corriendo bancales abajo, el perro detrás. Se reanuda la marcha. Nyofles, con su cadena medio reparada y Takesi vienen detrás y casi se encuentran con el caballo que cruza de nueva la carretera con el perro detrás. Al final pasan por la finca Tápena y llegan al pueblo de Onil. Allí, bajan por el camino de Castalla hacia la finca Actiu, pasando por la caseta de la familia política de Nyofles. En Actiu, Nyofles abandona a los cinco, por problemas con su cadena, quedándose entonces cuatro. Los cuatro, camino de la via verde Ya!, vuelven a Ibi sin ningún incidente digno de reseñar, solo una conversación pasional hace que Lance se indigne con las divergencias de opiniones. La noche cae lentamente y todos se recogen a sus casas. Todos tienen grandes endorfinas en sus riegos sanguíneos. La excursión ha terminado. La aventura proseguirá el miércoles que viene…
(por Enid Blyton)
Los cinco se preparan para ir de excursión. Había varios itinerarios propuestos, pero al final se impuso la propuesta de uno de los cinco, por más innovadora y por tanto más desconocida. Después de salir del colegio hacen los preparativos para esa gran aventura. Tenían previsto el recorrido y atados todos los detalles. Mil emociones experimentaban con la tensión y la intriga de si todo saldría bien. Un poco tarde, pero al final salieron los cinco, Takesi, Oposició, Nyofles, Lance y Marmitaco, encarando la vía verde ya!. Nyofles toma el mando, liderando el grupo y dejando al general ligeramente atrás. Parecía que todo iba a ser cuesta abajo, parecía que todo iba a salir bien. A la llegada de la curva de las “tinajas”, empieza el ascenso, cruzando la carretera, camino del pino gigante. El capitán Nyofles tiene sus primeras dudas. El general Takesi empieza a sospechar que algo no va bien y se adelanta un poco al capitán. Se meten por un camino que resultó defectuoso. Esta carretera no es la del camino viejo de Ibi. Oh, que error. Suben por un camino nuevo, cruzan el camino viejo de Onil (el mismo de antes) y sí, ese sí que es el camino. El general ya ha tomado el mando. Siguen ascendiendo, cruzan la carretera del Biscoy hasta llegar a la fuente donde siempre rellenan los botes. Se adentran en el barranco de Tagüenca. Ya destacan algunos de los aventureros y otros se quedan atrás. Por la pista del barranco pasan por lugares que les traen recuerdos de otras aventuras (recuerdos M-mori, te echamos de menos,….), llegan al Mas de Tagüenca, donde hacen una paradiña para comer, comentar la ruta y hablar del Madrid. Después de algunas discusiones sin importancia reanudan la marcha hasta alcanzar la carretera del Canalís (esta vez sí que he acertado). Allí hubo el primer percance: Marmitaco pierde un tornillo (ya sé, ya sé,..) no de donde piensan, sino del anclaje del pedal automático, es decir de la calas y no podía sacar la zapatilla del pedal. Después del arreglo con la estimable colaboración de los miembros/as del grupo, sobre todo de Nyofles, siguen la excursión. Suben un camino precioso, rodeado de encinas, en dirección a la carretera de Penyes rotjes (la famosa y misteriosa lápida estaba por allí). En esa subida y tras un gran empujón de Nyofles con su fuerza desmesurada cual héroe helenístico, rompe de un trastazo la cadena de la bici. Hubo un gran esfuerzo por arreglar el eslabón sin el “trencacadenas” ese, pero donde haya un par de piedras que se quiten los artilugios técnicos. Hubo gran tensión al pensar que se iban a volver a pie con la bici a cuestas, pero al final se pudo arreglar un apaño provisional y el grupo siguió el camino, pero antes pudieron admirar las vistas que de allí se veían, como el pueblo de Bañeres, elevándose con su majestuoso castillo, la Font Rotja, con el valle de Polop, … en fín una maravilla, miren las fotos. Llegaron a la carretera de Penyes y bajaron dispersos a diferentes velocidades. El general y el capitán se aliaron para ir despacito, por “si de caso”, en la retaguardia. De repente, Oposició y Lance tienen que parar bruscamente por que un equino díscolo y perdido reposaba asustado en medio de la carretera. Un coche que viene, otro en sentido contrario, el dueño del caballo pegando gritos, el perro pastor de caballos mordiéndole en una pata, Marmitaco que llega incrédulo, el caballo que sale corriendo bancales abajo, el perro detrás. Se reanuda la marcha. Nyofles, con su cadena medio reparada y Takesi vienen detrás y casi se encuentran con el caballo que cruza de nueva la carretera con el perro detrás. Al final pasan por la finca Tápena y llegan al pueblo de Onil. Allí, bajan por el camino de Castalla hacia la finca Actiu, pasando por la caseta de la familia política de Nyofles. En Actiu, Nyofles abandona a los cinco, por problemas con su cadena, quedándose entonces cuatro. Los cuatro, camino de la via verde Ya!, vuelven a Ibi sin ningún incidente digno de reseñar, solo una conversación pasional hace que Lance se indigne con las divergencias de opiniones. La noche cae lentamente y todos se recogen a sus casas. Todos tienen grandes endorfinas en sus riegos sanguíneos. La excursión ha terminado. La aventura proseguirá el miércoles que viene…
1 comentario:
La veritat és que fa enveja llegir aquest post tan entranyable i realista, doncs dóna la sensació de que estas ciclant per omplir-te d'endorfines de les bones. I com diria Garfield di-li a Josep quan el vegeu que estic pedalejant. Una abaçada.
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