Caminaba el sin par y nunca bien ponderado hidalgo Don Quijote de la Mancha por sus tierras castellanas. Acompañábale Sancho, su fiel escudero, y juntos departían sobre los sucesos últimos que habíanles acaescido cuando Don Quijote, señalando con su dedo un punto del vasto horizonte manchego, preguntó:
- Sancho amigo, ¿qué es aquello que ven mis ojos? ¿No es, acaso, un horrible dragón de seis cabezas que se dirige raudo tal vez al secuestro de alguna dama descarriada? ¿Acaso no es deber de caballero acudir en ayuda de esta?
- Refrene sus ánimos, mi Señor, -gritó Sancho-, que aquello que sus ojos ven no es monstruo de seis cabezas ni existen ya damas descarriadas en los tiempos que corren, que aquello no son más que seis ciclistas del Grupo Estupendo que, tras una dura etapa, acuden a descansar sus miembros y hacer trabajar su estómago con una buena pitanza...
Aguzó el hidalgo antes conocido como Alonso Quijano la vista y exclamó, mostrándose decepcionado:
- Cuánta razón tienes nuevamente, Sancho, y con ello no haces más que confirmar mi acierto al hacerte mi escudero, pues no es dragón sino pelotón lo que ven mis ojos. Dejémosles pues avanzar, que el buen yantar no está reñido con la práctica deportiva, que hasta Ferrero (Juan Carlos) ha de recurrir de tanto en tanto a la ingestión de alimentos. Y sintámonos afortunados de tenerles en nuestras tierras, Sancho, que si Club Estupendo se hacen llamar, estupendos han de ser, y como tal hemos de tratarles.
Perdiéronse en el horizonte ambas figuras egregias, como se perdió el pelotón estupendo tras las puertas de la venta más próxima, que no era castillo pero provisto se encontraba de todo lo necesario para el disfrute y el deleite de los esforzados Caballeros de la Orden de la Bicicleta.
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7 comentarios:
Jamás un dragón de seis cabezas dejaría de existir para secuestrar damas descarriadas. Pero ahora si es verdad, ya no existen mujeres descarriadas sino alguna cabeza que otra de dragón que intenta, tras los efluvios etílicos y relax mental producidos por el buen yantar y beber conseguir confesiones XY de sus otras cabezas. Si Sancho supiese de semejantes maldades otro gallo hubiera cantado en la venta y el Hidalgo Don Quijote con sus artes alguna cabeza habría cortado.
Nyofles, Arquímedes i l’Enregistrador de la Propietat:
He quedat embacorat de la prosa tan sonora d'en Carles. Mai havia imaginat que un pet pugues donar per tant. Estic ja esperant la següent publicació. Ànim Carles, però per favor a ser possible que siga setmanal per que ens puguem delectar en les teues fragàncies prosístiques.
De tota manera vullc fer-te una observació al respecte del comentari de l’enregistrador. Segons Arquímedes un poc d'aire de menys densitat i comprimit en la nostra panxa, a la manera d'un globus, produiria una espenta del nostre cos cap amunt i ens facilitaria la pedalada, sobre tot quan encarem una costereta. Com no, cal anar en prudència i no augmentar massa la pressió doncs pot produir un rebentó gruixut i no tenim recanvi. Com a conclusió, crec que cal tenir un poc de confiança en el llogater i no tirar-lo a la primera al carrer, com ja proposem alguns polítics i fixar-nos més en els grans descobriments dels nostres científics.
També m’agradaria suggerir-te alguns punts que podries desenvolupar, entre altres, al voltant d’aquesta temàtica que ben bé he descobert que es mereix tot un tractament multidisciplinar (medicina, física, biologia, cultura clàssica, història, filologia, psicologia, química, música, Educació Física, matemàtiques, agricultura i alimentació etc.).: Cada persona un pet: la seua importància en l’educació familiar; Els pets en l’època de nuviatge;, l’evolució dels pets en el matrimoni i la seua influència en el mateix; la noblesa i els seus pets; la seua influència en el medi ambient; Pets, excuses i dissimulacions, ...
El dragón de seis cabezas estuvo a la altura de las circunstacias: partió con puntualidad inglesa (más que manchega), cubrió la ruta prevista con una marcha que permitió disfrutar del lugar y se dió el festín que tal hazaña merecía. Ya finalizando dicho festín el dragón perdió las cabezas o, mejor dicho, estas se trasladaron a las partes bajas lugar que tratándose de un dragón macho es habitual que estén y de donde sólo suben para pensar alguna que otra chorrada
Tenemos ganada una ínsula todos los miembros de club: frente al delirio febril de mori, causado por leer tanto libro a la luz de una linterna, el razonamiento pragmático de Sancho es similar al de los miembros del club en sus comentarios. El simil no es sólo por los comentarios sino también por la imagen de los miembros por las llanuras manchegas: barrigordetes, sin afeitar, un poco desaliñaos, despistados, perdidos y encima de unas bicis que parecen burros, siempre detrás del maese-caballero-guerrero, esbelto, flaco, macilento, erguido en su bici-rocinante,con su casco que parece yelmo o bacinilla... y siempre el primero. Por fín, después de tanta andanza y aventura, ejercito de rebaño con burrico y perro pastor novato; maleantes cazadores,llegamos a castillos por ventas y posadas, donde después de tomar cuenta del cordero y del cerdo, rompemos los pellejos de vino y nos ponemos como si nos hubieran manteado. Por nuestra paciencia, nuestra entrega, nuestro cuidado y como le pasaba al pobre Sancho, siempre salimos como apaleados. Por todo ello nos merecemos la INSULA, (y un beso de Dulcinea xxx).
Lo ciento musho, llo no se hescribir tan vien como hustedes porque la precion del ziyin hen mis santas partes me corta el rieguo zanguinio pa'rriba, pal coco. Na'mas desiros que la buelta fue wapa y que me lo paze chachi piruli.
Vaja quina prosa fa servir alguna prou gent. Es veu que com no es fa cas ningú aprofiten este lloc per explaiar-se.
Per favor, menys brossa i més sustància.
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