cinco meses después de lo esperado, y tras empeñar mi cincel y mi martillo, me decido a abrazar la era tecnológica. En mi primera intervención y para disipar cualquier duda sobre mi competencia internáutica, desearía dar cuenta de lo que aconteció ayer a mediodía.
Los bujarrones.. perdón, los nubarrones, amenazaban tormenta. A pesar de ello, los intrépidos aventureros decidieron salir a tentar la suerte: "¿Seremos más rápidos que las nubes?" "¿A qué huele el culot mojado?" " ¿Se habrá deshecho mi bocata de tortilla?" "¿Encontrarán los ausentes nuevas y mejoradas excusas para darnos esquinazo?" ..... preguntas todas de barra de bar de pueblo: trascendentes y de dificil solución. En fin, las nubes amenazaban tormenta, y nos avisaron con una leve llovizna que nos acompañó hasta bien entrada la vía hacia Castalla... la vía... esa ginkana difícil de creer, casi imposible por intrincada, ese franquenstein del escombro que cobra vida por semanas, si, la vía, la frontera entre el mundo conocido, el orden, y el caos absoluto de la dejadez. Por increíble que parezca, superamos de nuevo el reto, y la cruzamos sin perder ningún miembro, ninguno, ninguno.
Ya llegados a Onil, la lluvia amenazó de nuevo con frustrar nuestros planes de hacernos con "El Viscoy", y casi lo consigue. La retórica de Marmitaco, especialista en subir bajadas, convenció hasta a Takesi. No cambiaríamos la ruta.
A buen ritmo iniciamos la subida, larga y dura. Casi desfalllecidos por el hambre, llegamos al bar, perdón, al alto, donde paramos a comer. Como toda buena comida, la charla fue amena, la valla, los ecologistas, los alcaldes el xxxx amo de la valla, el xxxxxx del alcalde, el xxxxxx de la gente que se pasa tres pueblos, mi bocata de tortilla que, efectivamente, se ha deshecho... los placeres del gourmet de montaña.
El frío nos hizo retomar la ruta sin que a josep le diera tiempo a estirar del dedo a marmitaco. las revueltas mojadas y con el peso añadido de la información y el bocata en el cuerpo, y la curiiosidad por descubirr nuevos caminos nos hicieron entrar en una senda pedregosa que nos hizo bajar de la bici por momentos y que nos condujo a la ermita de san miguel, donde marmitaco nos conto que estuvo a punto de residir en su ladera, al lado del castillo. ya de vuelta en el pueblo los aventureros se fraccionaron deseandose
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2 comentarios:
Mira, Paco, como ves lo que he hecho ha sido publicar tu texto, directamente. Ahora ya sólo tienes que pulsar en "Entradas" y en "Editar", y rematarlo como tú sabes...
Enhorabona Lance. Ja tenia jo ganes de vore la teua signatura entre les "plomes" d'aquest blog. Amb la teua narrativa àgil, ocorrent i amable contribueixes a desfer el mite del científic espés en l'expressió escrita. Xaval ets un híbrid perfecte entre "rata" (perdó pel terme utilitzat) de laboratori i "rata" de biblioteca.
Un dubte per acabar: en la descripció que fas de la tertúlia del dinar has utilitzat la "x" per a amagar els qualificatius dels personatges. El meu dubte és si a més "x" més "cabroncete" o no hi ha cap tipus de relació?
Salutacions i recorda ara que s'acosta el nadal "¡¡¡al turrón!!!"
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