Propósitos de Año Nuevo (45,3 kms.)

Nunca supe muy bien por qué la gente se carga, al comenzar cada año, de propósitos que luego no cumple. Que si aprender inglés, que si dejar de fumar, que si ir al gimnasio...
Los estupendos del CC, siempre consecuentes con nosotros mismos y con nuestras posibilidades (que no son escasas, por otra vez) renovamos nuestras intenciones. Algunos con bici nueva, otros con la "gola malalta", y casi todos con un michelín de dos o tres kilos recolectados durante las fiestas.
¿Las rutas? Parecen infinitas. Siempre hay un camino por descubrir, un río que cruzar, barro en el que pringarse, paisajes de los que disfrutar. Y aunque la mitad del CC esté de baja, aunque los mosquitos nos devoren antes de que nosotros podamos devorar nuestro propio bocadillo, aunque haya quien ose cuestionar la tradicional y estatutaria costumbre del café en mitad del recorrido (¿un CCAnticafé?), siempre habrá cosas que no cambien, que permanezcan inalterables, como el deseo de proyectar planes de salidas y actividades que nunca se realizarán, o como ese misterioso alargamiento final de la ruta que, sin saber nunca muy bien cómo ni por qué, acaba teniendo siempre diez kilómetros (al menos) más de lo que tenía en el plan de salida, tanto que uno llega a casa de noche, cansado y, en cualquier caso, satisfecho de haber cumplido, al menos el primer miércoles, con su propósito de Año Nuevo.